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RELOJ
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El reloj nunca atrapò a los pàjaros.
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Su ensangrentada flecha no los toca
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y se pierde en un rio o una montaña
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donde las horas no existen ni pasan.
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El reloj no es verdad, es mentira mecànica
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que se disuelve irremediablemente
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cuando el atardecer cambia tus sàbanas.
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El reloj no es viento, tierra ò fuego.
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No es estación, ni aguacero, ni trueno.
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Ni tampoco candil en la distancia
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que haga girar la Luna ò al lucero.
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El reloj puede estar en la palma de una mano.
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Pero no es caricia ni palabra alada.
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Y tampoco destino, sendero, infinitud
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en el libre despertar de los pàjaros.
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(c)
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